[ Momentos Sublimes I ]
Un conteo de situaciones por las cuales puedo decir "ahora puedo morir tranquila"
1.- Haber nadado con delfines en México, 2003. Creo que es una de las experiencias más singulares que he tenido en mi vida; creo que nunca más se me va a dar la oportunidad de nadar con delfines, y además cuando me acuerdo del momento mismo es demasiado increíble. Uno de los mejore recuerdos.
2.- Ver a Roger Waters en vivo tocando el Dark Side of the Moon. Sencillamente glo-rio-so. Fundador y genio (después de Syd Barret, claro está) de Pink Floyd ahí, tocando ese album de pies cabeza y sin equivocarse... Glo-rio-so...
3.- La ida a los Hot Tubs del Sheraton en Beaver Creek. Estar en un 7mo piso, afuera, en un jacuzzi para 10 personas. Agua hirviendo y -20 C. Mirando como groomean las pistas de ski por toda la montaña y volada como piojo... que agrado más grande... el relajo era infinito!
4.- Tongoy, año 2000. Pasé un día entero en una terraza como en un 3er piso de una casa semi abandonada. Sentada con los pies apoyados en la baranda y mirando el mar escuchando musica en mi discman. Nada como ese día... realmente era relajante! y además tenía un CD recién comprado.
5.- Mi viaje a USA. Por todo lo que significó, todo lo que cambié y todo lo que conocí. La gente que conocí que marcó diferencia, por los "si hubiese sido así", las veces que fui a patinar, el departamento comunitario, las caídas, los cagaderos de risa, las borracheras, las esquiadas, las tonteras, los amigos, las cabañas-rucas, por las pizzas y las french fries, por los jagermeister y las idas a Denver. Por las idas a los supermercados y los queques que cociné. Pero creo que lejos una de las mejores cosas son todas las personas que conocí, en especial de los gringos como Miah, Krista y Caitlin...
6.- La primera vez que fui a Buenos Aires. Porque fue la primera vez que viajé realmente sola y en onda turística. Recorrer esa ciudad estando sola con mi iPod y un mapa no tiene precio. Además de la gente a toda raja que conocí y los carretes que me pegué, como esa gloriosa última noche en que fuimos a bailar a Crobar, y nos devolvimos jugando a la pinta con el belga y andrés. Nos habíamos escapado de una inglesa insoportable y manducona. Cuando llegamos al hostel de vuelta, como a las 7 am, nos fuimos a la terraza del último piso. Nos fumamos un pito viendo como amanecía en Buenos Aires. Me acuerdo que estabamos en unas reposeras, echados en una terraza de San Telmo. Definitivamente un momento para recordar!
Esto por ahora. Cuando me acuede del resto las publico... :P
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